Danza tu Rueda Medicinal

Nos enseña que hemos de buscar la armonía mediante el equilibrio de las diferentes direcciones de la rueda. También nos recuerda que el cambio es inevitable, que la vida es un proceso de desarrollo y que la búsqueda de la plenitud y la integridad es un objetivo que merece la pena. Aplicada al ser humano, cada dirección contiene un aspecto de luz y de sombra, y sugiere un trabajo de crecimiento específico.

La rueda medicinal nos recuerda que todo está conectado: mental, emocional, físico, espiritual. En ocasiones sentimos que algunas de esas partes no están conectadas, o no sabemos cómo llegar a ellas, explorarlas y reclamarlas como parte de nosotros. Danzamos para encontrar esas partes desconectadas o abandonadas y hacerlas nuestras de nuevo.

En este taller utilizamos la rueda como posibilidades de danza y movimiento que nos permitan explorar nuestro territorio personal. Recorrer esos espacios personales inexplorados o ignorados (físicos, mentales, emocionales, espirituales y sociales) y buscar una armonía que funcione para nosotros. Este es el sentido de la medicina: buscar aquello que contribuya a nuestra salud y bienestar y ayude a vivir acordes con quienes somos realmente, o quienes queremos ser. El movimiento es medicina.

Cada territorio de cada persona es único, tuyo propio. No se trata de seguir mapas o ideas de otros, sino lanzarte a explorar tu propio territorio. Danzar la Rueda Medicinal nos conduce a conectar con nosotros mismos, con los demás y con el mundo a nuestro alrededor. Nos enseña a danzar la canción del mundo y llegar a ser completos.

 

“El poder del mundo siempre trabaja en círculos y todo intenta ser redondeado.” (Ogala Sioux Holy Black Elk)