Danzento es una propuesta de autoconocimiento enraizada en la danza y el movimiento consciente que incorpora elementos de la psicología, la meditación, la expresión creativa y la rueda medicinal.
Una propuesta para aprender de nosotros mismos, de nuestra propia experiencia. Sacudir la idea de quienes somos o creemos ser y crear una versión nuestra más plena. Descubrir lo que nos nutre y soltar lo que no necesitamos.
Un espacio seguro para explorar y expresar tu territorio personal y colectivo, con libertad y sin juicios. Para compartir con confianza todo lo que es verdadero para ti. Donde ser visto y escuchado tal y como eres. Un lugar de autenticidad, respeto y aceptación propia y de los demás.
Descubrir quienes somos y dónde estamos de verdad, y desde ahí iniciar un cambio auténtico. Darte tu espacio para ver quién eres y qué necesitas. Quién quieres ser.
No es un método, ni un mapa ni un modelo. Ningún modelo cubre la totalidad de un ser humano. Así que utilizamos y soltamos los modelos y mapas según los necesitemos, saltando de uno a otro mientras bailamos nuestro territorio único.
Aprende a confiar en lo que está ocurriendo.
Si hay silencio, déjalo aumentar: algo surgirá.
Si hay tormenta, déjala rugir: se calmará.
Tao
Tu propio proceso
Sanar, crecer y conocernos es un proceso diferente para cada persona.
A veces tenemos que «quitarnos de en medio” y confiar en nuestro propio proceso, aceptarlo el proceso y seguirlo tal cual se despliega ante nosotros.
Confiar en nuestro proceso es aprender a escucharnos para saber qué necesitamos en cada momento.
Confiar en que nuestro proceso nos lleva a un destino aunque no sepamos cuál, y que tal vez no sea el que habíamos planeado.
Descubrirnos con curiosidad, valor y alegría.
Enraizados
Es importante ver las cosas como son para que nuestras acciones sean acordes a cómo queremos ser y estar. Es probable que algunas de esas acciones no sigan lo que el mundo y los demás esperan de nosotros.
No utilizar esta práctica, ni ninguna otra, para engañarnos.
Necesitamos un yo con los pies en la tierra que se encargue de cosas cotidianas, pero puede ser un yo permeable que se adapte a nuestras necesidades cambiantes y no se estanque en juicios, creencias y patrones que ya no nos sirven.
Un yo que abrace la incertidumbre que nos va a traer la vida.
Un yo que podamos trascender, si así lo deseamos, para conectar con lo que nos rodea, los demás y la naturaleza.
Requiere mucho coraje liberarse de lo familiar y aparentemente seguro para abrazar lo nuevo. Pero no existe seguridad real en lo que ya no tiene sentido. Hay más seguridad en la aventura y lo excitante, porque en el movimiento hay vida y en el cambio hay poder.